«Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos»
¿Qué pasaría si supieses que en cualquier momento pueden echarte del único lugar en el que tu situación
económica te permite vivir?
¿Puedes imaginar a tus hijos siendo sacados de su casa por las fuerzas de la ley y el orden en plena noche?
¿Podrías dormir sabiendo que mañana será ese día?
Todo esto que puedes imaginar desde la seguridad de tu hogar es una certeza para cientos de familias que viven muy cerca de nosotros, sin embargo, cruzamos la ciudad centrados en nuestros dramas cotidianos, sin detener la mirada sobre realidades incómodas evitando así, sentir la impotencia de formularnos preguntas a las que no sabemos dar respuesta.
Esto no es más que un mecanismo que nos protege del dolor ajeno, de aquello que nos perturba emocionalmente, como profesionales de la salud mental lo sabemos bien, pero también sabemos que no permite que las cosas cambien…
Estas mismas preguntas nos las hicimos en 2013, como respuesta al malestar psicológico generado por la virulencia con que la crisis económica golpeaba la sociedad en aquél momento y sentimos que nuestro compromiso con las personas debía ponerse al servicio de aquellos que veìan vulnerados sus derechos más elementales, ya que desde la Sanidad Pública no se estaba proporcionando la respuesta necesaria, ya fuese por los recortes debidos a la propia situación económica como a la ya de por sí precaria situación de la psicología dentro de la Atención a la Salud Pública
Por todos es sabido que las ratios de psicólogos en la sanidad pública se encuentran muy por debajo de sus equivalentes en otros paises de occidente y la asistencia psicológica en los Centros de Atención Primaria (aspecto fundamental para un buen funcionamiento del sistema) es llevada a cabo por otros profesionales sanitarios, generalmente del servicio de enfermería.
Frente a esta situación ya de por sí insuficiente, el problema se agrava cuando nos referimos a aquellas capas sociales más deprimidas que por ese misma situación mas requieren de atención y que de ninguna forma pueden acceder a la Psicología del ámbito privado.
La toma de conciencia de esta realidad fue el motor que nos impulsó en 2014, a contactar con la Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana, un barrio con enormes dificultades aislado por la AP7, con el único objetivo de ofrecer nuestra ayuda desinteresada en aquello que fuese necesario.
Inicialmente nuestra función fue la de ejercer como psicólogos voluntarios acompañando en el malestar a unas 60 familias, que tenían como particularidad el hecho de una alta vulnerabilidad habitacional. Gracias a la conexión que durante estos años hemos establecido con la Asociación de Vecinos, y también a la especial sensibilidad mostrada por la Conselleria de Salud de Nou Barris, conseguimos una pequeña financiación, aportada por el Pla de Barris de Barcelona, que ha permitido al Col.lectiu Sísifo, un equipo formado por 6 psicólogos, tener una intensa presencia en el barrio.
El proyecto del Col·lectiu tiene como nombre «Servei d’assistència psicólogica al col·lectiu en situació de vulnerabilitat i emergència habitacional al barri de Ciutat Meridiana» y entre 2018 y 2019 hemos llegado a más de 50 familias.